No se deben utilizar piezas de plástico agrietadas. La combinación de detergentes, productos de limpieza, solución esterilizadora y agua descalcificada, junto con las fluctuaciones de temperatura, en determinadas circunstancias, pueden provocar que el plástico se resquebraje. El plástico del biberón es duro y resistente, pero no irrompible.