Si su bebé tiene una alergia a los alimentos, el sistema inmunológico de su bebé considera dañinos algunos alimentos en particular. Una reacción alérgica puede causar distintos síntomas.
Aproximadamente entre un 2 % y un 5 % de los niños son sensibles a determinados alimentos, pero muchos más padres sospechan que un alimento está causando problemas a su bebé o niño pequeño. Los alimentos que más comúnmente ocasionan problemas son la leche, los huevos, la soya, el pescado, el trigo y el maní. En muchos niños los síntomas de las alergias a los alimentos desaparecen a los 12 meses de edad, de modo que es importante que su estado de salud sea supervisado cuidadosamente para garantizar que las dietas especiales no se prolonguen más allá del tiempo necesario.
Los síntomas de alergias inmediatas pueden ocurrir hasta una hora después de haber ingerido el alimento e incluyen comezón de la piel, sarpullido, vómitos, angioedema (hinchazón severa provocada por líquido que se reúne bajo la superficie de la piel) y anafilaxis (una reacción alérgica en todo el cuerpo que ocurre de manera repentina). Las reacciones iniciales tardías son difíciles de diagnosticar y puede que no aparezcan hasta después de horas o días de la ingesta del alimento en cuestión. Los síntomas posibles son eczema, diarrea crónica, cólicos, dolor de estómago y desarrollo lento.
Los problemas alimenticios son una parte integral del diagnóstico para poder:
Una vez diagnosticado, se debe evitar completamente un alimento que esté causando los síntomas de su bebé. Y si está dando leche materna, es posible que también tenga que excluir alimentos de su dieta. Sin embargo, si se excluye la leche y los productos lácteos de su dieta, debe tomar un suplemento de calcio para asegurarse de que a usted no le falte calcio.
Se necesita el consejo de un especialista acreditado en dietas para asegurar que la ingesta de leche y de la primera comida después del destete del niño siguen proporcionando todos los nutrientes necesarios para optimizar su desarrollo y crecimiento.
La “leche maternizada hidrolizada para lactantes”, como se le conoce, es leche maternizada en que la proteína de la leche se ha dividido en partes más pequeñas. Esto permite que su bebé tenga suficiente proteína en su dieta, pero las partes más pequeñas ya no causarán una reacción alérgica.
Este tipo de leche tiene un sabor poco común y los bebés más pequeños lo aceptan con bastante facilidad, pero los bebés de más edad podrían encontrar el sabor menos aceptable.
Otros tipos de leche
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